En el posicionamiento SEO, siempre comentamos sobre las bases de datos de los buscadores electrónicos. Sin embargo, quizás no comprendas cómo lo hacen. Esta es una explicación básica del tema…
Los buscadores electrónicos desarrollan sus bases de datos mediante las “visitas” que hacen a los sitios Web, con las máquinas de búsqueda (llamadas comúnmente arañas). Se pueden agregar los sitios de manera manual y directamente al buscador, como lo mencioné en este blog; sin embargo, los mismos motores de búsqueda encontrarán tu sitio y lo indexarán dentro de sus bases de datos.
Cuando las arañas leen tu sitio, toman el texto de tus páginas, seguido por todos los enlaces que haya en la misma hacia otras páginas del mismo sitio (páginas internas), o bien, páginas a las que haces algún enlace. Además, leerán tus Meta Tags (dependiendo del buscador) y la sección del <body> dentro de tu código. Las arañas buscarán por violaciones dentro de sus rangos (si las hay), y por último depositarán la información obtenida en sus bases de datos (conocido como el caché).
La araña seguirá leyendo las páginas internas de cada enlace que tengas, repitiendo el mismo proceso por cada página que lea. Las arañas solo pueden “ver” el código básico HTML. Ellas no reconocerán complejas aplicaciones de JavaScript, formularios de contacto, imágenes en formato flash (solo superficialmente) y otros códigos complejos.
Una vez que el buscador electrónico posee la información de tu sitio dentro de la base de datos, aplica una fórmula matemática sobre el contenido para determinar el posicionamiento (conocido como algoritmo). Dichos algoritmos varían en cada buscador y son ajustados periódicamente para mejorar la calidad de sus resultados.
Sin embargo, sabemos que todos los buscadores electrónicos miran por las palabras claves (conocidas como keywords sobre las cuales comenté en este blog) dentro del sitio para asignarle un valor en términos relevancia y enfoque del sitio.
Para hacer más efectiva la visita de la araña a nuestro sitio, te recomiendo que debes tomar en cuenta quizás el aspecto más relevante: el contenido de tu sitio. De este, dependerá buena parte del posicionamiento que llegues a tener dentro de los buscadores electrónicos.